Seguro que ya lo has oído todo sobre el abanico, pasando por su historia hasta los diseños más variados que impregnan la moda en todo el mundo. Aun así, este accesorio esconde curiosidades muy interesantes que te harán replantear tu idea inicial sobre el abanico.
Te hablamos sobre las fascinantes curiosidades de los abanicos en el mundo de la Realeza y en su transición por distintas culturas. También respondemos a las preguntas más frecuentes.
El poder del abanico en la Realeza
El siglo XIX fue un periodo intenso cuando pensamos en el abanico. Aunque te parezca que el abanico no es más que un complemento, para las duquesas y condesas no era el caso. Madame Stael, por ejemplo, llegó a fundar una academia que enseñaba cómo usar el abanico.
La razón por la que el abanico era de tal importancia entre damas tiempo atrás se debe a que el manejo del abanico en el día a día dictaba la posición social, el saber estar y la categoría. Catalina de Médicis fue más lejos y puso un espejo pequeño en su abanico para acicalarse.
Mediante este espejo, la Reina consorte de Francia también aprovechaba para observar a las personas a su alrededor y decidir si quería estar o no con ellas en teatros y reuniones. Como vemos, el abanico no solo servía para darse aire, sino también para tomar decisiones sociales.
Este poder del abanico no debió gustar a todo el mundo y, por eso, el Rey de Francia Luis XV optó por prohibir a las mujeres dentro de la corte a abrir sus abanicos cuando vieran a la Reina. Esto causó la vergüenza del conde de Egmont, cuando su mujer desplegó el abanico por error.
Usos y nombres del abanico en la Europa antigua
Años antes de Cristo, el abanico más primitivo ya estaba presente en muchas civilizaciones antiguas y era símbolo de utilidad y poder entre las sociedades selectas. Desde el siglo IV antes de Cristo, la antigua Grecia se refería al modelo arcaico del abanico como rhipis.
Conforme fueron avanzando los años, la Europa cristiana llamó al abanico flabellum. Con este abanico del siglo VI se realizaban numerosas ceremonias y se ahuyentaban a las moscas de la comida y el vino consagrados. Este uso del abanico se sigue dando en algunas iglesias.
La fama del abanico en Estados Unidos
Si avanzamos muchos años y llegamos al siglo XVIII después de Cristo, nos damos cuenta de que el abanico fue un gran protagonista entre los complementos de moda estadounidenses. El creciente interés se debió al comercio tan extendido de abanicos brisé entre América y China.
Además de los abanicos brisé, favoritos entre muchas damas americanas, podíamos encontrar abanicos hechos de hoja de palma, plumas y papel, recurrentes sobre todo en la clase media. Por lo tanto, el éxito del abanico en Estados Unidos se debió a la influencia oriental.
La tradición cultural del abanico en Corea
Existe una leyenda popular en Corea en la que se cuenta que el Rey donó un abanico a uno de sus vasallos cuando empezó a hacer calor. Este vasallo, preocupado por el bienestar de su pueblo, pintó varios abanicos con tinta aguada y se los entregó a los ancianos y a los pobres.
Desde entonces, la costumbre cultural de intercambiar abanicos es usual en Corea, lo cual estimuló el diseño de nuevos abanicos y la creación de tradiciones excitantes. En el comercio encontramos, por ejemplo, abanicos de perlas y, en el arte, bailes tradicionales con abanicos.
Preguntas frecuentes
Aquí te dejamos algunas de las preguntas más curiosas que suelen tener los usuarios.
1. ¿De qué están hechos los abanicos?
Hay tantos abanicos como materiales disponibles para elaborarlos, pero la mayoría de ellos parten de un varillaje que se compone de madera. Actualmente, gran parte de los abanicos que se producen están fabricados con madera de peral, que es un tipo de madera de calidad.
Si dejamos atrás el esqueleto o la base que compone un abanico, tenemos las cualidades versátiles del país, donde el número de materiales empleados es mucho mayor: el algodón, la seda o las plumas son muy comunes entre los diseñadores vanguardistas del momento.
2. ¿Qué famosos suelen llevar abanicos?
En los últimos años, los diseñadores tratan de reintroducir el abanico como complemento para cualquier atuendo. La forma en que este accesorio se está revisitando hace que famosos como Eva González, Christina Aguilera o Penélope Cruz opten por agregar el abanico a su estilo.
La realeza tampoco se queda atrás, y es que la Reina Emérita Doña Sofía no ha dejado de llevar a cualquier evento una variedad de abanicos, con diseños clásicos y rompedores.
3. ¿De qué se compone un abanico?
La composición del abanico es sencilla, aunque está dividida en varias partes específicas que dotan al accesorio de sus cualidades tan reconocidas. Por un lado, el varillaje se considera el esqueleto del abanico y suele estar fabricado mediante madera, la cual se puede calar o no.
Por otro lado, el abanico se compone del país, que es el tejido que recubre parte del varillaje y que hace la función aerodinámica. El país se suele adornar con motivos variados, ya sean figuras geométricas o trazos tropicales, que marcan la diferencia cuando abrimos el abanico.
Más allá de estas dos partes fundamentales del complemento, podemos distinguir la baraja, que es la base más rígida, y las caberas, que son la primera y última varilla del abanico.
4. ¿Cuánto mide un abanico?
Las medidas del abanico están sujetas al diseño de cada modelo y no siempre son las mismas. No obstante, la norma de un abanico estándar es de 21x39 centímetros, mientras que el abanico pericón es de un tamaño mucho más grande y suele llegar a los 25x47 centímetros.
Por último, el mercado también ofrece abanicos de bolso, que son de tamaño pequeño y tienen una función más estética que práctica. Su tamaño suele ser de 16x26 centímetros.
